Construyendo...


viernes, 25 de enero de 2013

El Muelle

Un músico es un muelle. No él exactamente. Pero sí su razón de ser. Lo más importante que he percibido de los músicos con los que he tocado (y cuanto más "muelle" más "músico") es la sensación de vaivén, de columpio, de péndulo.
Cuanto mayor flexibilidad tiene ese muelle, cuanto más engrasado y fresco está, mayor musicalidad. El ritmo es una división artificial del tiempo que tratada de un modo conveniente aporta el máximo de eficacia y modula la interpretación musical.
Por eso es muy importante entender las subdivisiones de los patrones rítmicos, asumirlas e interpretarlos (incluso sin notas, con la guitarra enmudecida) pura sensación rítmica, con una cierta consciencia de abandono, de entrega. Automatismo. Podría ser eso. La música es entrega. Sin entrega, el público (verdadero objeto de la emisión) no devuelve NADA. Entonces, es que no ha funcionado. Que el muelle no  ha transmitido su "bureillo", su vaivén. Su columpio.
Si no hay columpio, no hay muelle. Columpiémonos, entonces, en el ritmo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario